La ceremonia de la primera comunión está presente en esta marquesina situada en «El Poblado» de ENDASA. Este siempre ha sido un punto de reunión de la juventud local.

Juventud en el poblado de Endasa.
Esta marquesina (dedicada a la primera comunión) está situada en el Poblado de Endasa, era el lugar donde los jóvenes esperaban el «bus escolar» para acudir al colegio o al instituto a Avilés, más tarde la marquesina se convirtió en un lugar de reunión y de juego de los muchos jóvenes que había en el Poblao y en la parroquia allá por los años 60, 70 y principios de los 80.
La primera comunión.
Ante la falta de fotografías donde se viese con claridad a los jóvenes jugando en dicha marquesina, Mónica G. Solar optó por pintar a uno de los grupos de niños y niñas, que hicieron su Primera Comunión en la parroquia a principios de los años 60 del pasado siglo XX, para dejar patente que la marquesina era un lugar donde siempre hubo niños y jóvenes.
Texto: Manuel Hernández Barrios
En esta obra Mónica González Solar representa “la luz y la magia de la inocencia” de una ceremonia religiosa, como es la primera comunión, que, desde el punto de vista antropológico, está relacionada con rituales mágico-paganos precristianos, asociados a la primavera, y que la Iglesia monopoliza como otros tantos ritos de paso que van acompañados de un banquete familiar y de regalos que marcan el tránsito.
La composición de la obra, con los niños y niñas ataviados con ropajes inmaculados, una vez superados los nervios de las vísperas, nos recuerda el algunos aspectos el mosaico bizantino, distribuidos en perfecta simetría, estáticos, frontales, con las cabezas situadas a la misma altura, cada uno con sus rasgos faciales propios, remarcando el dibujo o los contornos sobre un fondo dividido en dos frisos, donde alternan el blanco y el negro, para lograr mayores efectos de luz, una luz que viene dada no sólo por las estrellas refulgentes y la que irradia de las vestimentas, sino también por el haz luminoso que penetra por el vano que se abre en el muro de la marquesina, envolviendo la escena de esa atmósfera mágico-lumínica que busca la artista.
La marquesina adquiere aquí un protagonismo importante, no sólo como soporte de esta maravillosa obra de arte, sino como lugar de juego y ocio de los jóvenes que en los años 60 y 70 constituían un grupo de población importante en una parroquia que prácticamente llega a triplicar su población con la creación del poblado de ENDASA. Los nuevos vecinos serán bien acogidos por los naturales de la parroquia de Laviana y se crearán unos lazos de sociabilidad y solidaridad que se mantendrán hasta nuestros días y cuyo mejor exponente es el gran movimiento asociativo existente en la actualidad.
Fotos 360
El antes y el después de la restauración:


Situación:
Cómo llegar:
Ruta completa: