Podríamos considerar la parroquia como un gran observatorio de la naturaleza, aunque también hemos recuperado un espacio muy especial y se ha construido una instalación muy especial conocida como el Observatorio de «punta la Llera».
En cuanto a la regeneración de la presencia de aves, el caso más interesante es el propio Monumento Natural que incluye la charca de Zeluán y ensenada de Llodero. El espacio de marisma tuvo un origen artificial, hace unos 45 años, cuando en ausencia de uso humano aumentó la retención de las aguas de lluvia. Fue conectada al mar, de manera que comenzó a entrar agua marina con la pleamar creándose un ecosistema salobre.
A pesar de ser un entorno de gran biodiversidad se tiene constancia de la presencia de contaminantes en las arenas y lodos, lo cual sin embargo no es impedimento a que sea un lugar de atracción para gran número de aves que hacen en este entorno sus paradas migratorias.
Entre otras pueden observarse el correlimos común, archibebe común y archibebe claro, zarapito trinador. Aves que después pudimos ver en el observatorio. Como especies destacada que pueden avistarse en la charca está: el cormorán moñudo (existen dos colonias en las cercanías y viene a la charca a alimentarse) el martín pescador, ánáde real, gaviota patiamarilla, garza real, aguja colinegra, aguja colipinta, avefrías.